¿Cómo empezar a invertir desde cero?

Invertir desde cero puede parecer complejo cuando no se tiene experiencia y es normal que surjan muchas dudas. ¿Por dónde empezar? ¿Cuánto dinero necesito? ¿Y si pierdo todo? 

La buena noticia es que actualmente podemos encontrar muchas oportunidades de hacer crecer nuestro dinero sin necesidad de tener un alto nivel de conocimientos o recursos económicos. De hecho, muchos grandes inversores como Warren Buffett, comenzaron desde cero, y tú también puedes hacerlo.

¿Sabías, por ejemplo, que podemos empezar a invertir con un pequeño presupuesto de solo 50 €? ¿O que existen plataformas automáticas que pueden trabajar por nosotros sin que tengamos que llevar una gestión activa? 

En este sentido, hemos creado una guía especialmente pensada para que puedas empezar a invertir desde cero, desde cuánto dinero necesitas realmente, hasta cuáles son las inversiones más comunes y qué factores influyen a la hora de aumentar tus posibilidades de éxito.

¿Cuánto dinero se necesita para empezar a invertir desde cero?

A la hora de introducirnos en el mundo de las finanzas, es lógico que muchas personas se pregunten: “¿con cuánto dinero puedo empezar a invertir desde cero?”. Con mucho menos de lo que imaginas.

Hoy en día, gracias a la tecnología y a la democratización del acceso a instrumentos financieros, podemos empezar a invertir desde 10 €, 50 € o 100 €. La clave está en saber dónde y cómo hacerlo. De hecho, lo más importante no es cuánto dinero tenemos, sino cómo gestionamos ese capital inicial y las decisiones que vamos tomando.

Inversiones accesibles para principiantes

Las plataformas de inversión permiten crear carteras de inversión diversificadas desde tan solo 50 € al mes. Sus avanzados algoritmos nos permiten construir una estrategia adaptada a nuestro perfil de riesgo y a nuestros objetivos financieros, con un precio de gestión muy bajo (normalmente de menos del 0,5% anual).

Por ejemplo, opciones como los ETFs ofrecen la oportunidad de comprar a través de brokers online y empezar a invertir con un presupuesto muy bajo y con comisiones mínimas.

¿Cuál es la cantidad ideal para empezar a invertir desde cero?

Aunque podemos comenzar con cifras bajas, lo más recomendable es que definas un presupuesto mensual de inversión que no comprometa tus finanzas personales. Por ejemplo, siempre que cuentes con un depósito de emergencia de al menos 3 a 6 meses de tus gastos esenciales, puedes destinar entre el 10% y el 20% de tus ingresos mensuales. 

Por ejemplo, si ganas 1.500 € al mes y puedes ahorrar 200 €, podrías invertir 100 € y guardar el resto de reserva para imprevistos.

Consejo importante: no inviertas dinero que vayas a necesitar a corto plazo, ya que este tipo de inversiones funcionan mejor cuando dejamos que el tiempo y el interés compuesto hagan su magia.

Las mejores estrategias para invertir desde cero

No todas las inversiones son iguales, ni en riesgo, ni en resultados, ni en liquidez. Por eso, antes de empezar a invertir desde cero, es imprescindible conocer las principales opciones que tenemos disponibles.

Inversiones en renta variable

Cuando hablamos de renta variable, nos referimos principalmente a la compra de acciones. Sin duda, son una de las formas de inversión más lucrativas que existen, pero también una de las que implican mayor riesgo y volatilidad.

Al comprar acciones, participamos directamente en los rendimientos de la empresa, pero también de las fluctuaciones de precio en el mercado. Por ejemplo, si eliges compañías fuertes con un buen potencial de crecimiento, el rendimiento puede ser muy atractivo.

En este sentido, invertir desde cero en empresas reconocidas como Apple, Microsoft o Tesla a través de un broker online, puede ser un buen punto de partida para principiantes que quieren aprovechar las oportunidades del sector tecnológico.

Ventajas de la renta variable

  • Potencial de rendimiento a largo plazo: históricamente, las acciones han superado a otros instrumentos de inversión a largo plazo.
  • Participación en el crecimiento de grandes empresas: al ser accionista, te beneficiarás del crecimiento de la empresa y podrás obtener importantes rendimientos.


Desventajas

  • Alta exposición al riesgo: los precios pueden caer bruscamente debido a factores económicos, políticos o específicos de la empresa.
  • Requiere análisis y seguimiento: para reducir los riesgos de tu inversión es importante entender el mercado, las noticias y las tendencias económicas.

Inversiones en renta fija

Otra de las mejores opciones para empezar a invertir desde cero son las inversiones en renta fija en las que prestas tu dinero a un emisor, que puede ser un gobierno, una institución pública o una empresa privada, y recibes unos intereses fijos durante un plazo concreto. El ejemplo más clásico son las letras del Tesoro y los bonos emitidos por grandes compañías del S&P 500.

Un producto mucho menos volátil que la renta variable y que ofrece unos resultados más predecibles. Por eso, puede ser una opción más interesante para personas conservadoras que buscan una mayor estabilidad.

Ventajas de la renta fija

  • Menor volatilidad: los precios no fluctúan tan bruscamente como las acciones, lo que lo convierte en una excelente opción para empezar a invertir desde cero.
  • Rendimiento más predecible: el pago de intereses y la devolución del capital suelen estar definidos de antemano.


Ganancia limitada:
por lo general, ofrecen un menor retorno que la renta variable.

  • Riesgo de inflación y tasa de interés: si la inflación sube, el poder adquisitivo de los intereses se reduce. Además, si los tipos de interés suben, el precio de los bonos puede caer.

Fondos de inversión y ETFs

Este tipo de instrumentos también son uno de los mejores puntos de partida para empezar a invertir desde cero. Agrupan dinero de muchas personas para comprar una cartera diversificada de activos, que puede incluir renta variable, renta fija o una mezcla de ambos. Por ejemplo, un fondo indexado que replica el S&P 500 o un ETF que sigue el MSCI World.

Suelen estar gestionados por profesionales que van tomando decisiones de compra y venta según su experiencia y la política del fondo. Por su parte, los ETFs replican índices específicos y pueden comprarse y venderse como acciones en la bolsa.

Ventajas 

  • Diversificación automática: al invertir en un fondo, tu dinero estará repartido entre múltiples activos, lo que reduce los riesgos.
  • Apto para todos los perfiles: puedes encontrar productos de inversión con estrategias conservadoras, moderadas o agresivas.


Desventajas

  • Comisiones: algunos tienen comisiones de gestión bastante elevadas, lo que puede reducir las ganancias.
  • Menor control: no eres tú el que decides qué activos comprar o vender, sino que dependes del gestor o del índice que replica el fondo.


Así pues, puede ser una opción ideal para quienes buscan una opción sencilla para empezar a invertir desde cero y, al mismo tiempo, diversificar sin tener que analizar activos individualmente. Por su parte, los ETFs suelen ser más flexibles y económicos para aquellos que quieren mantener una gestión más activa de su cartera de inversión.

Inversiones alternativas

Las inversiones alternativas incluyen todas aquellas opciones que no encajan en las categorías tradicionales y que han experimentado un importante crecimiento en los últimos años gracias a la tecnología y a la innovación financiera.

Desde el crowdfunding inmobiliario, que permite invertir desde cero en proyectos de construcción o compraventa de inmuebles con pequeñas cantidades. hasta criptomonedas como Bitcoin y Ethereum, pasando por inversiones en startups o incluso en arte digital mediante NFTs (tokens no fungibles).

Ventajas

  • Oportunidades innovadoras y con alto potencial: estos recursos de inversión suelen ofrecer beneficios muy elevados, sobre todo si logras identificar nuevas oportunidades.
  • Acceso a sectores emergentes: permiten diversificar en mercados no correlacionados con la bolsa tradicional.


Desventajas

  • Riesgo elevado: son inversiones más volátiles y, en muchos casos, con menos información y regulación, por lo que es importante realizar una buena investigación antes de empezar a invertir desde cero.
  • Falta de regulación: algunos mercados, especialmente el cripto, cuentan con riesgos adicionales como falta de protección al inversor.


Las inversiones alternativas suelen ser recomendables para perfiles más experimentados o para diversificar una cartera tradicional, siempre con una pequeña porción del capital y con mucha precaución.

Consejos y mejores prácticas para invertir desde cero

Una vez que hayas identificado tus opciones, es el momento de definir cómo vas a hacerlo.

Establece objetivos claros

Tener claro por qué quieres invertir es la base para construir toda tu estrategia financiera. Los motivos pueden ser muy variados y personales: ahorrar para la jubilación, comprar una vivienda, pagar la educación universitaria de tus hijos, generar ingresos pasivos o simplemente aumentar tu patrimonio para tener mayor libertad financiera en el futuro.

La clave para empezar a invertir desde cero está en tener un horizonte temporal claro, porque no es lo mismo invertir pensando en un objetivo a 5 años que hacerlo con una perspectiva de 30 años. Por ejemplo, si planeas comprar una casa en 3 o 5 años, deberías buscar inversiones menos volátiles y más líquidas para no arriesgar tus ahorros. En cambio, si estás pensando en la jubilación, puedes permitirte asumir más riesgos a cambio de mayores ganancias, ya que tendrás tiempo para superar posibles caídas.

En este sentido, la técnica SMART es una metodología excelente para definir tus metas financieras y que sean efectivas. Un acrónimo en inglés que significa:

  • S (Specific / Específico): define claramente qué quieres lograr. Por ejemplo, “Ahorrar 30.000 euros para la entrada de una casa”.

  • M (Measurable / Medible): debes poder medir tu progreso. Por ejemplo, saber cuánto has ahorrado cada mes.

  • A (Achievable / Alcanzable): la meta debe ser realista según tu capacidad de ahorro y recursos.

  • R (Relevant / Relevante): que tenga sentido para tu vida y prioridades.

  • T (Time-bound / Con plazo): establece un tiempo límite para conseguirlo.

De esta forma, te resultará mucho más sencillo mantener la motivación, diseñar un plan coherente y no dejarte llevar por emociones o modas pasajeras.

Diversifica siempre

A la hora de empezar a invertir desde cero, la diversificación es fundamental para reducir riesgos. Imagina que inviertes todo tu dinero en una sola compañía, sector o país, y no funciona como esperas. Las consecuencias podrían ser devastadoras. Por eso, la regla de oro es no poner todos los huevos en la misma cesta.

Diversificar significa repartir tu dinero en diferentes activos (acciones, bonos, efectivo, bienes raíces, materias primas, etc.), sectores económicos (tecnología, salud, energía, etc.) y regiones geográficas.

Una cartera de inversión equilibrada podría estar compuesta por:

  • 60% en fondos indexados globales, que replican índices diversificados como el MSCI World o el S&P 500.

  • 20% en renta fija europea.

  • 20% en activos alternativos como oro o criptomonedas.

Una combinación que permite amortiguar las fluctuaciones y mejorar la rentabilidad. Pero además, nos ofrece flexibilidad para adaptar la cartera de inversión a nuestros objetivos y a la evolución de la economía.

Invierte con constancia, no con prisas

Uno de los errores más comunes entre inversores novatos cuando empiezan a invertir desde cero es querer “ganar rápido” o “meter todo el dinero de golpe” cuando ven una oportunidad o cuando la economía se encuentra en auge, lo que puede llevar a comprar en los picos y a vender en las caídas, generando pérdidas innecesarias.

El mejor método para evitar estos errores es la inversión periódica automática, conocida como dollar-cost averaging (DCA). Consiste en destinar una cantidad fija de dinero a invertir en intervalos regulares sin importar si el mercado sube o baja.

De esta forma, cuando los precios están altos, compramos menos unidades, y cuando bajan compramos más, promediando el precio total de adquisición y suavizando la volatilidad. A largo plazo, esta técnica ha demostrado ser muy efectiva para acumular capital y evitar decisiones impulsivas.

Controla tus emociones

Cuando se empieza a invertir desde cero, el miedo y la avaricia son dos de los enemigos más silenciosos y peligrosos. El contexto económico es volátil por naturaleza, y reaccionar emocionalmente puede llevarnos a cometer graves errores.

Cuando los precios caen, el miedo puede hacernos vender nuestras inversiones en el peor momento, lo que puede conllevar pérdidas. Por otro lado, cuando los mercados suben, la avaricia puede llevarnos a entrar impulsivamente en activos sobrevalorados o a asumir riesgos excesivos.

Por eso, cuando sintamos pánico o euforia, es recomendable hacer una pausa, respirar hondo y recordar por qué empezamos a invertir. Además, repasar nuestro plan y nuestros objetivos SMART puede ayudarnos a tomar decisiones más racionales y a evitar movimientos impulsivos que pueden perjudicar nuestro capital.

Evalúa y ajusta tu cartera

Invertir desde cero no consiste en poner el piloto automático y olvidarse para siempre. Los mercados cambian, tus circunstancias personales evolucionan y nuestras metas pueden variar. Por eso, es imprescindible que revisemos nuestra cartera al menos una o dos veces al año.

En este sentido, es conveniente analizar si la composición actual sigue alineada con nuestras metas, nuestro perfil de riesgo y el contexto económico. Puede que algunos activos hayan crecido y ahora representen un porcentaje mayor o que nuestras prioridades hayan cambiado y necesiten más estabilidad o liquidez.

Además, si vas a empezar a invertir desde cero, existen algunas herramientas gratuitas que pueden serte muy útiles:

  • Morningstar: ofrece análisis detallados de fondos y ETFs.

  • Finect: ideal para el seguimiento y el análisis de tus inversiones.

  • Los informes periódicos que suelen enviar los brokers o expertos en asesoramiento financiero, con datos y recomendaciones.

¿Dónde puedo invertir desde cero y ganar mucho?

Invertir desde cero y ganar mucho es, sin duda, una de las aspiraciones más comunes entre los inversores novatos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos productos financieros suelen conllevar un mayor nivel de riesgo. No existe una fórmula mágica, pero sí hay opciones de inversión que, con estrategia y un enfoque a largo plazo, pueden dar resultados sorprendentes incluso con cantidades pequeñas.

Uno de los instrumentos más populares para empezar a invertir desde cero son las acciones fraccionadas. Hoy en día, podemos encontrar plataformas que permiten comprar pequeñas participaciones de acciones de grandes compañías desde tan solo 1 €, permitiendo así el acceso al mundo bursátil y a perfiles de inversores muy diferentes. 

Otra opción interesante para invertir desde cero son las criptomonedas. No obstante, es importante que no invierta lo que no estás dispuesto a perder. Por ejemplo, monedas como Bitcoin o Ethereum han demostrado una alta rentabilidad histórica y puedes empezar con menos de 10 €. Lo ideal en este caso es estudiar el proyecto, su utilidad y el soporte tecnológico que lo respalda. 

Los depósitos indexados son otra forma de invertir desde cero con 50 € o 100 € mensuales con expectativas razonables de crecimiento a medio y largo plazo. Es cierto que no te harás rico en una semana, pero podrás acceder al mundo de la inversión sin tener que realizar una gestión activa y sin exponerte a un alto nivel de riesgo.

Y por último, pero no menos importante: el crowdlending. Plataformas como Mintos permiten invertir desde cero en préstamos emitidos por terceros. La ganancia esperada en este tipo de instrumentos financieros puede llegar a superar el 9% anual, lo cual no está nada mal para cantidades pequeñas.

¿Dónde empezar a invertir desde cero si soy principiante?

¿No sabes dónde empezar a invertir desde cero? Lo más importante es plantear una estrategia de inversión clara, una base financiera mínima y una plataforma sencilla y segura que se adapte a tus necesidades.

En este sentido, Mintos es una de las mejores opciones. Una de las plataformas más reconocidas de crowdlending tanto en España como en Europa. Donde puedes invertir desde cero con solo 10 € en préstamos personales, hipotecarios o empresariales emitidos por diferentes entidades financieras alrededor del mundo. Con la ventaja de que no tendrás que elegirlos uno por uno. Podrás usar la función “Auto Invest” y dejar que el sistema diversifique tu inversión automáticamente en función de tus parámetros de rentabilidad y riesgo.

Uno de los grandes atractivos de Mintos es su rentabilidad media, que oscila entre el 8% y el 12% anual, dependiendo del tipo de préstamo y del originador. Además, muchos préstamos incluyen una garantía de recompra, que protege tu dinero en caso de impago por parte del prestatario.

Especialmente interesante para aquellos que empiezan a invertir desde cero, ya que no requiere experiencia ni conocimientos técnicos complejos. Basta con abrir una cuenta, comprobar su identidad, transferir el capital y elegir una estrategia automática. Y en pocos clics, ya estarás generando intereses.

¿Te animas a dar el primer paso? ¿Qué harías si dentro de 10 años tuvieras el doble o el triple de lo que hoy puedes invertir? ¡El mejor momento para empezar fue ayer, pero el segundo mejor es hoy!

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