¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible ganar dinero cuando el precio de una acción baja? En el mundo de la bolsa y de las inversiones hay ciertas estrategias que permiten precisamente eso: invertir en corto. Un método que apuesta por la caída del precio en lugar de tener que esperar a que el activo se revalorice.
Pero, ¿qué implica realmente vender en corto? ¿Es una estrategia adecuada para todos los tipos de inversores? ¿Qué opciones e inconvenientes presenta? A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la venta en corto, de manera que puedas aprovechar al máximo esta estrategia dentro de tu estrategia de inversión.
¿Qué significa invertir en corto?
Vender en corto o invertir en corto significa apostar a que el precio de un activo va a bajar. Esto se hace vendiendo primero un activo que no poseemos, con la intención de recomprarlo más adelante a un precio menor, y así obtener una ganancia por la diferencia.
¿Cómo funciona esto en la práctica? Por ejemplo, si crees que las acciones de una compañía van a caer, aunque no tengas esas acciones, tu corredor o bróker puede prestarte 100 de ellas a un precio de 20 euros cada una. Vendemos esas 100 acciones y recibimos 2.000 euros. Si el precio baja a 14 euros, podemos recomprar esas acciones gastando solo 1.400 euros y devolvérselas al bróker. Nuestra ganancia, sin contar comisiones o intereses, es la diferencia: 600 euros. Esta operación se conoce como tomar una posición corta o abrir cortos.
Así pues, para poder vender en corto necesitamos un corredor que nos permita tomar prestadas las acciones. Aunque es una práctica bastante común. En España, no todos los brókers lo facilitan. Sin embargo, existen brókers estadounidenses que permiten operar en corto desde Europa, lo que puede abrir muchas oportunidades para inversores con conocimientos más avanzados en el mundo de las finanzas.
¿Cuál es la diferencia entre las inversiones en corto y las inversiones en largo?
La posición larga es la forma tradicional de invertir en bolsa. Compramos participaciones con la esperanza de que su precio suba para venderlas después a un precio mayor y obtener una ganancia.
En cambio, la posición corta es justo lo contrario. Vendemos un activo que no poseemos, confiando en que su precio va a bajar para comprarlo luego más barato y cerrar la posición con beneficios. Pudiendo ser una forma eficaz de sacar provecho en mercados bajistas o muy volátiles.
En una posición larga, el máximo que podemos perder es lo que hemos invertido, porque el precio no puede bajar más de cero. En cambio, en una posición corta, el riesgo es potencialmente ilimitado, ya que el precio puede subir indefinidamente y el inversor se verá obligado a recomprar a un precio mucho mayor, generando pérdidas elevadas.
¿Qué conviene más invertir en corto o en largo?
La posición larga es ideal cuando el mercado se encuentra en tendencia alcista, cuando el activo tiene buenas perspectivas y se espera crecimiento. Es la forma más común y tradicional de invertir, con un perfil moderado.
La venta en corto es útil cuando anticipamos que el precio va a caer, bien por problemas económicos de la empresa, circunstancias negativas o condiciones del mercado bajistas. También es una estrategia para diversificar y proteger carteras (hedging), compensando pérdidas de posiciones largas.
Eso sí, vender en corto es una estrategia que requiere experiencia, un análisis detallado y un control estricto del riesgo. No se recomienda para personas conservadoras o inversores principiantes, ya que las pérdidas pueden ser muy elevadas.
¿Para quién es recomendable este tipo de estrategia?
En general, esta estrategia está pensada para:
- Inversores experimentados: que entienden los riesgos y saben cómo manejar las posiciones con stop loss y gestión del capital.
- Traders activos o de corto plazo: que buscan aprovechar movimientos rápidos en los precios y no mantienen posiciones abiertas durante largos períodos.
- Inversores con capacidad de asumir riesgos elevados: porque las pérdidas pueden ser ilimitadas si el mercado se mueve en contra.
- Operadores con acceso a brókers que permiten posiciones cortas: no todos los corredores dan esta opción, y puede requerir abrir cuentas específicas con margen.
- Aquellos interesados en cobertura (hedging): para proteger carteras ante caídas de activos que ya poseen.
En definitiva, si eres un inversor conservador o eres nuevo en el mundo de la bolsa, puede que vender en corto no sea la mejor opción. Pero si te sientes cómodo superando nuevos retos, tienes dinero suficiente para cubrir posibles caídas y sabes leer el mercado, puede ser una herramienta muy potente para diversificar y maximizar oportunidades.
Tipos de valores para invertir en corto
El universo de valores en el que podemos abrir posiciones cortas depende del corredor y del contexto, pero normalmente hablamos de:
Acciones
Las acciones son el producto más habitual. Cuando quieras abrir una posición corta, tu bróker te prestará las acciones para venderlas al valor actual, esperando recomprarlas más baratas y devolverlas. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar acciones para prestar. Las más demandadas o con poca liquidez pueden estar “agotadas” para la venta en corto, lo que limita el proceso. Además, el coste por préstamo puede variar en función de la acción.
Ventajas
- Acceso directo a compañías específicas.
- Posibilidad de beneficiarse de caídas puntuales.
- Mayor transparencia de precios.
Desventajas
- Disponibilidad limitada para ciertas acciones.
- Costes por préstamo que pueden ser elevados.
- Potenciales pérdidas ilimitadas si el precio sube mucho.
ETFs (fondos cotizados)
Los ETFs permiten operar sin centrarse en un único negocio, facilitando la diversificación. Estos fondos replican índices o sectores, por lo que al vender en corto un ETF, estarás apostando contra un grupo amplio de activos, lo que puede ser útil para cubrir riesgos o aprovechar tendencias bajistas en mercados específicos. Además, suelen ser más líquidos que las participaciones individuales y tienen costes más bajos.
Ventajas
- Diversificación inmediata en una única operación.
- Mayor liquidez comparada con algunas acciones.
- Costes generalmente más bajos.
Desventajas
- Riesgo generalizado en todo el índice o sector.
- Menos oportunidades de fluctuaciones bruscas que acciones individuales
- No siempre están disponibles para todos los ETFs.
Índices
Los índices bursátiles no se venden directamente, sino a través de productos derivados o CFDs. De esta forma, puedes apostar a la caída de grandes índices como el IBEX 35, el Dow Jones o el Nasdaq sin comprar acciones individuales. Una forma eficiente de cubrir posiciones o aprovechar tendencias generales. Sin embargo, el apalancamiento en derivados aumenta el riesgo y los costes de mantenimiento pueden llegar a ser altos.
Ventajas
- Permite operar sobre todo el mercado o sector.
- Menor riesgo en negocios individuales.
- Ideal para estrategias de cobertura.
Desventajas
- Operación indirecta vía derivados o CFDs.
- Riesgo elevado por apalancamiento
- Comisiones y costes de mantenimiento.
CFDs (Contratos por Diferencia)
Los CFDs replican el precio del activo subyacente y permiten abrir posiciones cortas con apalancamiento, es decir, invirtiendo menos dinero para controlar una posición mayor. Ofrecen flexibilidad y acceso a muchos mercados, lo que los hace muy populares. Sin embargo, este apalancamiento también supone un mayor riesgo y los costes diarios por mantener posiciones abiertas pueden acumularse rápidamente.
Ventajas
- Alta flexibilidad y posibilidad de apalancamiento.
- Acceso a múltiples mercados en una única plataforma.
- Facilidad para abrir y cerrar posiciones
Desventajas
- Riesgo de pérdidas rápidas.
- Costes y comisiones constantes.
- No eres propietario del activo subyacente.
Divisas y materias primas
La venta en corto es habitual en sectores como el de las divisas o el de las materias primas, permitiendo aprovechar las fluctuaciones globales. No se compra o vende el activo físico, sino los contratos que representan esos valores. Esta operativa requiere experiencia y conocimientos técnicos, dado que los movimientos se encuentran influenciados por factores macroeconómicos, geopolíticos y climáticos, por lo que pueden ser muy volátiles.
Ventajas
- Alta liquidez en las principales divisas.
- Grandes fluctuaciones que permite ganancias rápidas.
- Acceso a mercados globales 24/7.
Desventajas
- Complejidad y necesidad de conocimientos avanzados.
- Riesgo alto debido a la volatilidad.
- Requiere gestión activa y vigilancia constante.
Cuando un activo se encuentra muy solicitado para abrir cortos, puede ocurrir que el bróker no tenga más acciones para prestar. En ese caso, o no podrás abrir la posición, o te exigirán cerrarla. Esto se conoce como una restricción de disponibilidad y es un factor que a veces puede complicar las estrategias en corto.
Por ejemplo, si quieres vender las acciones de una empresa tecnológica muy popular y la mayoría de los inversores ya están cortos, el bróker puede quedarse sin acciones para prestar, cerrando esa puerta temporalmente.
Ventajas de invertir en corto
Aunque puede parecer una jugada arriesgada, hay ciertas ventajas que la hacen muy atractiva para muchos inversores con experiencia y a los que no les importa arriesgarse. A continuación, analizamos sus beneficios y por qué puede ser una estrategia valiosa.
Beneficios en mercados bajistas
En momentos de caída o cuando un activo específico comienza a perder valor, los inversores que mantienen posiciones largas (de compra) suelen sufrir pérdidas. Sin embargo, aquellos que venden en corto tienen la oportunidad de obtener beneficios en estos escenarios.
Por ejemplo, si creemos que una acción de una empresa va a perder valor, podemos venderla. Si el precio cae, podemos comprar de nuevo más barato y quedarnos con la diferencia, lo que abre un mundo de oportunidades para obtener ganancias incluso en mercados bajistas.
Protección de inversiones: cobertura (hedging)
¿Has oído hablar del hedging? Esta técnica consiste en tomar posiciones contrarias para compensar riesgos. Por ejemplo, si tenemos una posición larga en una acción y pensamos que podría bajar a corto plazo, podemos abrir una corta en esa misma acción o en un activo relacionado para reducir el riesgo.
Un método que funciona como un seguro dentro de nuestra cartera, ayudando a proteger nuestro dinero frente a posibles fluctuaciones económicas.
Diversificación de estrategias
La venta en corto permite diversificar la estrategia de inversión, equilibrando el riesgo entre activos que se espera suban y otros que se esperan bajen. No poner “todos los huevos en la misma cesta” es clave para cualquier inversor serio, y abrir posiciones cortas forma parte de esa filosofía.
Aprovechamiento de volatilidad y movimientos rápidos
Hay periodos de alta volatilidad donde los precios oscilan mucho. Los inversores que saben identificar estas señales pueden ponerse corto para sacar provecho de esas fluctuaciones rápidas.
Riesgos de invertir en corto
Como toda estrategia de inversión, vender en corto presenta ciertos riesgos que debemos tener en cuenta para no llevarnos sorpresas desagradables.
Pérdidas potencialmente ilimitadas
La mayor diferencia entre posiciones largas y cortas es que comprando acciones solo podemos perder lo invertido, porque el precio no puede bajar de cero. En cambio, las pérdidas en corto pueden ser ilimitadas. Si el precio sube, nuestras pérdidas pueden aumentar sin límite.
Imaginemos que vendemos 100 acciones a 20 euros (recibimos 2.000 euros), pero la acción sube a 100 euros. Para cerrarla, debemos comprar esas acciones a 100 euros, pagando 10.000 euros y sufriendo una pérdida de 8.000 euros.
Short squeeze: la trampa del hombre corto
Un fenómeno temido por quienes venden en corto es el llamado short squeeze, cuando el precio de una acción sube rápidamente y obliga a muchos vendedores en corto a cerrar sus posiciones comprando acciones, lo que puede hacer que el precio suba aún más.
Esto genera una espiral alcista que puede provocar caídas rápidas y muy elevadas para aquellos que están en corto. Un ejemplo famoso fue el caso de GameStop en 2021, donde muchos inversores que apostaban a la caída vieron cómo sus posiciones se volvieron insostenibles en pocos días.
Margin call y exigencias de capital
Cuando abrimos posiciones en corto, generalmente lo hacemos en cuentas de margen, donde el bróker nos presta las acciones para venderlas. Si la economía se mueve en contra y las pérdidas aumentan, el bróker puede exigir que aportemos más capital para cubrirlas (margin call).
Si no cumplimos con ese pago, el bróker puede cerrar automáticamente nuestras posiciones, limitando el riesgo pero también nuestras opciones de recuperación.
Costes adicionales y comisiones
El bróker cobra intereses por prestar las acciones y, si la mantenemos abierta durante mucho tiempo, también se generan costes de mantenimiento que se van acumulando. Por eso, vender en corto suele ser una estrategia de corto o medio plazo, no para mantener posiciones indefinidamente.
¿Cuál es el mejor momento para vender en corto?
No basta con saber cómo funciona vender en corto; el timing es crucial para que esta estrategia sea rentable. Veamos cómo elegir el momento adecuado para ponerse corto.
Analizar la tendencia del mercado
La venta en corto funciona mejor en mercados bajistas o cuando un activo muestra señales claras de caída. Por eso, lo primero es evaluar el contexto general y buscar confirmaciones de que la tendencia a la baja es sólida.
Uso del análisis técnico para detectar señales bajistas
Los inversores que venden en corto suelen apoyarse en el análisis técnico para encontrar puntos de entrada. Patrones gráficos como el doble techo, la cabeza y los hombros, o posibles rupturas de soportes indican que el precio puede caer y que podría ser el momento de abrir cortos.
Estar atentos a noticias y eventos económicos
Cambios regulatorios, resultados financieros negativos o crisis geopolíticas pueden provocar caídas bruscas en el precio de activos. Anticiparse a estos eventos o estar preparado para reaccionar rápidamente permite aprovechar la venta en corto para sacar provecho.
Considerar la volatilidad y el riesgo
Los activos con alta volatilidad pueden ofrecer grandes oportunidades, pero también implican un riesgo mayor. Por eso, es fundamental usar órdenes de protección (stop loss) para limitar los riesgos si la economía no es favorable.
¿Cómo se opera en corto?
Ahora que sabemos qué es y cuándo hacerlo, vamos a explicar cómo se vende en corto en la bolsa:
Apertura de una posición corta
La operación para vender en corto consiste en vender acciones que no poseemos. El bróker nos las presta y nosotros las vendemos al precio actual, esperando que bajen.
Tipos de órdenes para vender en corto
Podemos usar varios tipos de órdenes:
- Orden a mercado (market order): venta inmediata al precio actual.
- Orden limitada (limit order): vendemos solo si el precio alcanza un nivel específico.
- Orden stop (stop order): para activar una venta si el precio baja o para limitar pérdidas con órdenes de compra (stop loss).
Brokers y cuentas para operar en corto
Para vender en corto necesitamos una cuenta con margen, ya que el broker debe prestarnos las acciones. Si no podemos vender en corto directamente con acciones, podemos usar instrumentos derivados como los CFD (contratos por diferencia), que replican la operación pero con apalancamiento y costes de mantenimiento.
¿Qué tener en cuenta antes de invertir en corto? (consejos)
Si estás pensando en empezar a invertir en corto, a continuación te dejamos algunos consejos para maximizar tus beneficios y minimizar riesgos.
Conoce tu nivel de riesgo
La venta en corto es una estrategia de alto riesgo. Por eso, solamente es recomendable para inversores con experiencia y que entiendan bien cómo funciona la economía y el apalancamiento.
Infórmate sobre las condiciones del broker
Comprueba que tu broker permite abrir posiciones cortas y revisa las condiciones: comisiones, coste por préstamo de acciones, requisitos de margen y posibles restricciones en ciertos valores.
Usa herramientas de gestión de riesgo
Establece siempre el stop loss para limitar pérdidas y evita mantener posiciones cortas abiertas durante mucho tiempo para minimizar los costes adicionales.
Mantente informado y actualizado
El mercado cambia rápidamente. Mantente al tanto de las noticias, los eventos económicos y los análisis técnicos para ajustar tu estrategia y ajustar tu estrategia ante movimientos inesperados.
No te dejes llevar por la emoción
La inversión en corto puede ser muy rentable, pero también muy estresante. Sé disciplinado, no persigas precios y no aumentes posiciones para recuperar pérdidas.
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De esta forma, podrás gestionar mejor el riesgo y aprovechar oportunidades en distintos mercados.
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