Cómo realizar una correcta diversificación del riesgo a la hora de invertir

A la hora de invertir, a muchos de nosotros nos preocupa perder nuestro dinero. En este sentido, una de las mejores estrategias para proteger nuestros ahorros es la diversificación del riesgo.

Pero, ¿qué es exactamente? A continuación, te explicamos cuáles son las estrategias de diversificación más útiles y cómo podemos aplicarlas para obtener la mayor rentabilidad posible. 

¿Qué es la diversificación de riesgos?

Si concentramos todo nuestro capital en un único activo, sector o empresa, nos exponemos a que un solo contratiempo arruine todo el trabajo.

Imagina que inviertes todo en acciones de una única empresa tecnológica. Si esa compañía sufre un revés debido a una crisis de reputación, cambios regulatorios o una caída en las ventas, nuestra cartera de inversión puede perder valor en cuestión de días. En cambio, si distribuimos el capital en varias empresas, sectores, zonas geográficas o tipos de activos, es más probable que las pérdidas en un lado se compensen con las ganancias de otro.

Así pues, aunque es cierto que la diversificación no elimina por completo la posibilidad de pérdidas, sí reduce el riesgo de perderlo todo de una vez. Una red de seguridad que nos permite resistir mejor las fluctuaciones del mercado.

Nunca pongas todos los huevos en la misma cesta

Repartir nuestra cartera entre diferentes activos reduce la volatilidad general. Un solo activo puede desplomarse, pero es menos probable que todos nuestros activos se comporten igual al mismo tiempo. Es aquí donde entra el concepto de correlación. Cuando elegimos activos con baja correlación (o mejor aún, correlación negativa), conseguimos que unos compensen a otros.

Otro punto es que la diversificación ayuda a optimizar la relación entre riesgo y rentabilidad. No se trata de asumir menos riesgo a cualquier precio, sino de encontrar el equilibrio ideal para nuestro perfil. Un inversor conservador buscará más renta fija o bonos, mientras que uno más atrevido dará más peso a la renta variable.

Además, diversificar nos protege de acontecimientos inesperados, como crisis económicas, desastres naturales, conflictos geopolíticos, etc. Si llevamos a cabo una buena estrategia de diversificación, reduciremos la exposición a un solo mercado o zona geográfica.

En definitiva, tener una cartera bien diversificada es como tener un buen seguro de vida para nuestro dinero. No evitará todos los golpes, pero sí permitirá levantarse más rápidamente y seguir adelante.

Tipos de diversificación

Ahora que sabemos por qué es tan importante diversificar, veamos cómo hacerlo bien. No basta con comprar unas cuantas acciones de diferentes empresas y pensar que ya hemos cubierto el expediente. La verdadera diversificación se construye combinando distintas formas de diversificación. Veamos los principales.

Diversificación por tipo de activo

Este es el punto de partida de toda estrategia sólida. Combinar renta a tipo variable, renta a tipo fijo, bonos, depósitos, bienes raíces, materias primas o incluso criptomonedas puede ser una forma efectiva de reducir las posibilidades de pérdidas. Cada activo tiene un comportamiento distinto ante los vaivenes económicos.

Por ejemplo, en una recesión, las acciones suelen caer, pero los bonos gubernamentales pueden subir porque se consideran más seguros. Si tenemos ambos en la cartera, las pérdidas de un lado se amortiguan con las ganancias del otro.

Diversificación por sector

No basta con diversificar entre distintos activos: también importa repartir los fondos entre diferentes sectores económicos: energía, tecnología, salud, bienes de consumo, financiero, industrial, etc. Cada sector tiene ciclos y riesgos propios. Si invertimos solo en tecnología, una burbuja o una regulación adversa podría arruinar nuestra rentabilidad. Pero si combinamos varios sectores, podemos suavizar el impacto.

Diversificación geográfica

Aunque puede resultar tentador invertir solo en nuestro país, también puede ser una trampa peligrosa. Los eventos políticos, económicos o sociales pueden afectar de forma desigual a cada región del mundo. Tener parte de la cartera en Europa, parte en EE. UU. y otra en Asia o mercados emergentes nos da más margen para reducir el riesgo y aprovechar oportunidades globales.

Diversificación por divisas

Las monedas van fluctuando y pueden influir en la rentabilidad de nuestra inversión. Invertir en activos denominados en diferentes divisas ayuda a evitar sorpresas desagradables en caso de que el euro se devalúe frente al dólar.

Diversificación temporal

Consiste en repartir el dinero a lo largo del tiempo, en lugar de invertir todos nuestros ahorros de golpe, podemos comprar activos con diferentes valores y reducir la exposición a momentos de mercado desfavorables.

¿Cómo reducir el riesgo en una inversión?

Para aplicar todo esto, a continuación te dejamos algunas recomendaciones prácticas para crear una cartera de inversión sólida y bien diversificada.

1. Define tu perfil de inversor

Antes de nada, tenemos que ser realistas con nosotros mismos. ¿Qué nivel de riesgo podemos asumir sin perder el sueño? No es lo mismo si somos jóvenes y no nos importa asumir ciertas fluctuaciones a corto plazo, que alguien que ya está pensando en la jubilación y valora más la seguridad.

2. Incluye diferentes activos en tu cartera de inversión

Combina diferentes clases de activos en tu cartera: productos de renta variable, bonos de renta fija, bienes raíces, fondos de inversión y ETFs, por ejemplo. Y, dentro de cada clase, reparte entre diferentes zonas geográficas y sectores.

Por ejemplo, podemos tener un 30% en acciones europeas, un 20% en acciones estadounidenses, un 20% en bonos corporativos europeos, un 20 % en bienes raíces a través de un REIT y un 10% en liquidez para aprovechar oportunidades.

3. Busca correlación negativa

Siempre que sea posible, intenta incluir activos que reaccionen de manera diferente a los mismos eventos. El oro y el dólar suelen moverse en direcciones opuestas, igual que la renta a tipo fijo y la renta a tipo variable. De esta forma, conseguimos amortiguar las caídas.

4. Usa fondos de inversión

Los fondos de inversión son una herramienta muy potente para aquellos que no cuentan con capital o tiempo suficiente para crear una cartera de inversión por su cuenta. Con solo 1.000 € podemos tener acceso a decenas de acciones, bonos y sectores distintos.

5. Revisa y ajusta

La diversificación no es algo que se haga una vez y se olvide. El mercado cambia, igual que cambian nuestras circunstancias personales. Cada cierto tiempo (mínimo una vez al año), revisaremos nuestra cartera para comprobar si sigue alineada con nuestros objetivos y nuestro nivel de riesgo.

Mintos: una forma innovadora de diversificar

Así pues, la diversificación de riesgos es una de las estrategias más eficaces para proteger nuestros ahorros y darles el impulso que necesitan para crecer. ¿Vas a dejarlo todo en manos del azar o prefieres diversificar y ganar en tranquilidad?

Recuerda que el objetivo no es eliminar el riesgo, sino aprender a gestionarlo de manera inteligente. Y si podemos hacerlo con herramientas tan innovadoras como Mintos, mejor aún. Una plataforma de inversión en préstamos que permite a los inversores acceder al mercado de préstamos P2P, emitidos por diferentes originadores en múltiples países. Con la posibilidad de repartir tus ahorros en cientos de préstamos de distintas zonas, monedas y tipos de interés. Además, muchos de estos préstamos se encuentran respaldados por garantías de recompra, ayudando a minimizar el riesgo de impago.

Un complemento muy interesante para reducir el riesgo global y abrir la puerta a nuevas oportunidades de rentabilidad.

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