¿Cómo elegir los mejores bonos para invertir?

¿Sabías que, históricamente, los bonos han sido uno de los instrumentos de inversión más fiables y estables? Sin embargo, todavía hay muchas personas que, cegados por la volatilidad de las acciones o las criptomonedas, ignoran su potencial. 

Pero, ¿cómo identificar oportunidades reales en el mercado de renta fija sin correr grandes riesgos? A continuación, te explicamos cuáles son sus ventajas, qué rentabilidad ofrecen y qué aspectos tener en cuenta antes de invertir en un bono.

¿Por qué invertir en bonos de renta fija?

Los bonos de renta fija son una de las estrategias más inteligentes para diversificar cualquier cartera. Se trata de productos emitidos por estados o empresas, que se comprometen a devolver el capital invertido junto con pagos de intereses periódicos. 

A diferencia de las acciones, que pueden sufrir grandes fluctuaciones, los bonos suelen ofrecer mayor estabilidad y previsibilidad, lo que los convierte en una oportunidad muy interesante para aquellos que buscan proteger su dinero y obtener ingresos regulares.

Además, en momentos de incertidumbre política o económica, como los que se han vivido recientemente debido a las tensiones geopolíticas y alzas en las tasas de interés, la demanda de bonos suele ir en aumento, lo que refleja la confianza que muchas personas depositan en estos instrumentos para equilibrar los riesgos dentro de sus carteras. 

Sin embargo, aunque suelen ofrecer mayor seguridad que las acciones, invertir en bonos no está exento de riesgos, por lo que es fundamental entender bien cómo funcionan antes de tomar una decisión.

  • Ingresos estables: los bonos pagan intereses periódicos o cupones, generando un flujo de caja constante.

  • Menor volatilidad: comparados con las acciones, los bonos presentan menos variaciones de precio, lo que nos brinda mayor tranquilidad.

  • Preservación de capital: al devolver el dinero al vencimiento, nos ayudan a proteger la inversión inicial, especialmente si los mantenemos hasta el final.

  • Diversificación: incluir bonos de renta fija a nuestra cuenta de inversión ayuda a reducir la los riesgos del trading y a equilibrar la volatilidad general.

  • Prioridad en pagos: en caso de quiebra del emisor, los tenedores de bonos tienen preferencia sobre los accionistas para recibir pagos.

  • Variedad de opciones: existen Letras del Tesoro del gobierno y de empresas que permiten ajustar el nivel de riesgo y el rendimiento deseado.

  • Refugio en tiempos difíciles: su demanda crece en escenarios de incertidumbre, siendo considerados como instrumentos más seguros.

  • Accesibilidad: pueden adquirirse en diferentes plazos y cantidades, lo que los hace ideales para inversores con diferentes perfiles.

¿Qué rentabilidad ofrece la inversión en bonos?

La rentabilidad de los bonos depende de múltiples factores, incluyendo el tipo de emisor, la duración del bono, el entorno macroeconómico y, por supuesto, el nivel de riesgo que estemos dispuestos a asumir. 

Por ejemplo, debido a su alto grado de seguridad y confianza del mercado, un bono del Tesoro de Reino Unido a 10 años puede ofrecer una rentabilidad cercana al 4%. Mientras que un bono corporativo con una calificación crediticia más baja puede ofrecer un rendimiento mucho más elevado, incluso superior al 8% para compensar el mayor riesgo de impago. 

Por su parte, en España, las Letras del Tesoro ofrecen rendimientos que generalmente oscilan entre el 2% y el 4% del total del dinero invertido, pudiendo variar en función del plazo de vencimiento y de la situación económica.

Por lo general, la rentabilidad de este tipo de inversión se compone principalmente de dos partes:

  • Intereses o cupones: pagos periódicos que recibe el inversor, normalmente cada seis meses o anualmente.
  • Revalorización del precio: si el bono se compra por debajo de su valor nominal y se mantiene hasta el vencimiento, podemos obtener una ganancia adicional al recibir el valor total de la inversión al final.


Un aspecto crucial a tener en cuenta es la relación inversa entre las tasas de interés y el precio de los bonos: cuando las tasas suben, los precios de los bonos existentes tienden a bajar, y cuando las tasas bajan, los precios suben. Por eso, para maximizar la rentabilidad y minimizar riesgos, es fundamental encontrar el momento adecuado para invertir y seleccionar el tipo de bono más adecuado en base al contexto económico.

Ventajas de la inversión en bonos de renta fija

Los títulos de deuda son una alternativa interesante para quienes buscan proteger su dinero y obtener ingresos constantes. A continuación, te explicamos cuáles son algunas de sus principales ventajas:

Ingresos estables

Una de las principales ventajas de los bonos es que proporcionan ingresos periódicos y predecibles a través del pago de cupones. Intereses que suelen abonarse de manera semestral o anual, permitiéndonos planificar mejor nuestros fondos. Por eso, en los últimos años, se han convertido en uno de los instrumentos de inversión más atractivos para aquellos que buscan estabilidad y previsibilidad financiera.

Menor riesgo que las acciones de la bolsa

Los títulos de deuda, especialmente los del estado y los de grandes empresas, tienden a ser menos volátiles que las acciones. Esto quiere decir que los flujos no varían tanto en el corto plazo. Con lo cual, suelen ser una buena inversión para aquellos que quieren preservar su capital y asumir menos riesgo, incluso si eso implica sacrificar parte de la rentabilidad potencial.

Diversificación

Incluir títulos de deuda en una cuenta de inversión permite reducir la exposición al riesgo del mercado de valores. En general, los bonos y las acciones de la bolsa no se comportan igual frente a los ciclos económicos, por lo que combinarlos puede ayudar a suavizar las caídas y a estabilizar los rendimientos globales del portafolio.

Prioridad en caso de quiebra

En caso de que una empresa entre en insolvencia o bancarrota, los tenedores de bonos tienen prioridad sobre los accionistas en el proceso de liquidación. Esto significa que tienen más posibilidades de recuperar parte o la totalidad de su inversión antes que los propietarios de acciones.

Variedad de opciones

El mercado de bonos de renta fija ofrece una amplia variedad de opciones: desde bonos del Estado (como las Letras del Tesoro) hasta bonos corporativos o municipales. Cada uno de ellos ofrece diferentes niveles de riesgo, plazos y condiciones, lo que nos permite adaptar la inversión a nuestro perfil y a nuestras propias necesidades.

Riesgos de la inversión en bonos de renta fija

A pesar de sus beneficios, este tipo de productos no están exentos de riesgos, por lo que es importante tenerlo en cuenta antes de incluirlos en nuestro portafolio:

Riesgo de crédito

Siempre debemos tener presente que existe la posibilidad de que el emisor del bono no pueda cumplir con sus obligaciones de pago, tanto en lo que respecta a los intereses periódicos como al reembolso del dinero al vencimiento. Especialmente relevante en bonos corporativos o de emisores soberanos con baja calificación crediticia. 

Cuanto menor sea la solvencia del emisor, mayor será el rendimiento exigido por los inversores, pero también mayor el riesgo de impago (default). Por este motivo, es conveniente consultar las calificaciones crediticias (ratings) de agencias como Moody’s, S&P o Fitch.

Riesgo de tasa de interés

Cuando las tasas de interés suben, el valor de los bonos existentes en el mercado tiende a caer, ya que los nuevos bonos siempre ofrecen mejores condiciones. Esto afecta especialmente a los bonos con vencimientos largos. 

Riesgo de inflación

La inflación reduce el poder adquisitivo de los pagos que se reciben. Si esta supera el rendimiento del bono, la rentabilidad real será negativa. Los bonos con pagos fijos están más expuestos a este riesgo.

Riesgo de liquidez

Hay bonos como las Letras del Tesoro o los emitidos por empresas pequeñas que pueden no tener suficiente demanda en el mercado secundario, lo que puede dificultar la venta si no aceptamos un precio inferior al esperado.

Riesgo de reinversión

Si tenemos que reinvertir los pagos por intereses en un entorno de tasas más bajas, el rendimiento total obtenido será menor del proyectado inicialmente. Un riesgo que afecta especialmente a los bonos con cupones elevados y frecuentes.

Tipos de bonos

Antes de proceder con la inversión, consideramos que también es conveniente conocer los tipos de bonos más importantes que existen. Y es que podemos encontrar notables diferencias entre un producto y otro, tanto en la rentabilidad como en el riesgo y en cuestiones de fiscalidad.

1. Bonos del Tesoro: se trata de títulos de deuda pública emitidos por estados nacionales, como el de Estados Unidos (Treasuries) o el de España. Actualmente, se consideran uno de los productos de inversión más seguros, ya que se encuentran respaldados por el Estado. Aunque su rentabilidad suele ser moderada, ofrecen una alto grado de fiabilidad. En Europa, los más reconocidos son los bonos alemanes o “Bund”, considerados productos libres de riesgo dentro del mercado europeo. Ideales para perfiles conservadores y para aquellos que buscan estabilidad a largo plazo.

2. Bonos corporativos: emitidos por empresas para financiar sus operaciones o nuevos proyectos. Ofrecen una rentabilidad superior a la de los bonos soberanos, pero el riesgo también es mayor, ya que depende de la salud financiera de la empresa emisora. La calificación crediticia (rating) otorgada por agencias como Moody’s o S&P es fundamental para evaluar su fiabilidad. Un bono corporativo con buena calificación puede ser una opción intermedia entre seguridad y rentabilidad.

3. Bonos municipales: emitidos por entidades locales o regionales, como ayuntamientos o comunidades autónomas. Suelen destinarse a financiar infraestructuras públicas (hospitales, carreteras, escuelas, etc.). En algunos países, se ofrecen ventajas fiscales: los intereses pueden estar exentos de impuestos.

4. Bonos de alto rendimiento o “bonos basura”: ofrecen tipos de interés más elevados para compensar el alto riesgo de impago. Suelen estar emitidos por empresas con una baja calificación crediticia. No son recomendables para perfiles conservadores, pero pueden resultar atractivos para quienes buscan una rentabilidad elevada y toleran bien la inestabilidad.

5. Bonos indexados a la inflación: su valor y los pagos se encuentran ligados al índice de precios al consumo, protegiendo nuestra inversión de la pérdida de poder adquisitivo. Especialmente útiles en contextos de alta inflación.

¿Cómo elegir los mejores bonos de renta fija?

A la hora de elegir bonos para invertir, debemos tener en cuenta los siguientes factores:

1. Calificación crediticia del emisor

La calificación (rating) indica la solvencia del emisor. Las agencias como Moody’s, S&P o Fitch conceden calificaciones que van desde AAA (máxima seguridad) hasta D (impago). En general:

  • Grado de inversión: AAA, AA, A, BBB.
  • Alto rendimiento (más riesgo): BB, B, CCC.


Ejemplo: un bono corporativo de una gran empresa con calificación A probablemente será más seguro que uno con calificación B+, aunque ofrezca una rentabilidad menor.

2. Plazo de vencimiento

Los bonos pueden ser:

  • Corto plazo (hasta 2 años).
  • Medio plazo (entre 2 y 5 años).
  • Largo plazo (más de 5 años).


A mayor plazo, mayor riesgo por la exposición a fluctuaciones de tasas de interés. Pero también una mayor posibilidad de obtener una mayor rentabilidad.

3. Cupón y frecuencia de pago

¿Prefieres recibir ingresos cada seis meses o una vez al año? ¿Te conviene más un bono con mayor rentabilidad o uno moderado pero más seguro? Estas son preguntas que debes hacerte antes de elegir el bono en el que quieres invertir.

4. Liquidez

No todos los bonos son fáciles de vender antes de vencimiento. Hay bonos que cotizan en mercados secundarios con mucha liquidez y otros que pueden “atascarse”. Si crees que vas a necesitar el capital antes del vencimiento, elige productos más líquidos.

Aspectos a tener en cuenta antes de invertir en bonos de renta fija

Ahora que sabemos cómo elegir los mejores bonos, vamos a analizar los factores que más peso tienen a la hora de comprar títulos de renta fija. 

Riesgo de tipo de interés

Existe una relación inversa entre los tipos de interés y el precio de este tipo de productos. Cuando las tasas suben, el valor de los bonos en circulación tiende a bajar, ya que los nuevos bonos ofrecen mejores rendimientos. 

Esto hace que los bonos anteriores pierdan atractivo y, por tanto, se vendan con descuento en el mercado secundario. Algo especialmente relevante en bonos a largo plazo, cuya duración los hace más sensibles a los movimientos de los tipos. Por eso, si los tipos de interés suben, es conveniente ser prudente con la renta fija a largo plazo.

Riesgo de inflación

La inflación puede erosionar la rentabilidad real de los bonos considerablemente. Por ejemplo, si tienes un bono que paga un interés del 3% anual pero la inflación se sitúa en el 5%, estaríamos perdiendo poder adquisitivo. 

Este escenario es especialmente preocupante en entornos de inflación persistente o volátil. Para protegerse, algunos inversores optan por bonos indexados a la inflación, que ajustan sus pagos en base a la evolución del IPC o a través de instrumentos con cupones flotantes que se recalculan periódicamente.

Fiscalidad

La tributación también afecta a la rentabilidad neta. En España, los intereses de los bonos tributan como rendimientos del ahorro. El tipo impositivo varía por tramos: 19% hasta 6.000 euros, 21% hasta 50.000, 23% hasta 200.000 y hasta un 30% para cantidades superiores. Por eso, siempre es recomendable calcular la rentabilidad después de impuestos para tener una visión más realista.

Gastos y comisiones

Muchas veces, nos olvidamos de los gastos de administración y gestión, que pueden reducir considerablemente la rentabilidad. Si inviertes a través de fondos o ETF de renta fija, debes tener en cuenta gastos de administración, compra, custodia y otros cargos administrativos. 

Por ejemplo, una rentabilidad bruta del 5% puede quedarse en torno al 3,5% neto tras aplicar las comisiones, especialmente en productos de gestión activa. 

¿Cuáles son los mejores bonos de renta fija?

Así pues, invertir en bonos de renta fija puede ser una estrategia muy rentable. Y, a diferencia de las acciones que suben y bajan, los bonos ofrecen mayor seguridad, rentabilidad y control.

Sin embargo, para elegir bien, es necesario tener en cuenta factores como la calificación, el plazo, la liquidez, la fiscalidad, los riesgos macroeconómicos y la plataforma de inversión.

Y, entre todas las opciones tradicionales como la compra directa de deuda pública, los ETF o incluso las subastas del Tesoro, son una de las alternativas que ha ido ganando más terreno entre los inversores en los últimos años: Mintos.

Mintos es una plataforma europea especializada en inversiones de renta fija a través de préstamos y bonos emitidos por bancos y no financieras de distintos países. 

  • Diversificación global: puedes invertir en deuda tanto de Europa como de países de Asia, América Latina, etc.
  • Transparencia: todos los bonos incluyen la información del emisor, su calificación, tipo de interés, plazo y garantías.
  • Accesibilidad: puedes empezar a invertir desde tan solo 50 €, creando una cuenta diversificada de instrumentos de renta fija.
  • Rentabilidades superiores: en muchos casos, Mintos ofrece bonos con cupones de entre el 7% y el 12%, en función del riesgo.
  • Automatización: permite crear estrategias de inversión automáticas en función de nuestro perfil y de nuestros objetivos.

 

Además, aunque este tipo de productos también tienen sus riesgos, como cualquier inversión, la plataforma cuenta con filtros de riesgo, auditorías y sistemas de recompra en caso de impago, lo que la hace especialmente atractiva frente a otras plataformas de trading de bonos. Sin duda, una de las mejores opciones para invertir en bonos de renta fija hoy en día.

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